sábado, 4 de mayo de 2013

COBARDE...




Todos son unos cobardes, a la hora de la verdad y de tomar decisiones importantes, todos son cobardes que prefieren quedarse con las manzanas caídas en lugar de luchar por las mejores que se encuentran en la copa del árbol, y todo ¿por qué?, por miedo a caer, y cuando ya tienen casi todo el camino recorrido, cuando ya casi han llegado a lo mas alto del árbol, cuando ya casi tienen la mejor manzana entre sus manos,  deciden dejarlo todo y continuar con las del suelo, con las que no están tan buenas como las de la copa, pero son fáciles y con un poco de suerte se comen unas cuantas, pero todas fáciles. Al final terminan atragantándose para el resto de sus vidas con la que peor sabor de boca le dejó, la que parecía al principio dulce pero terminó agriándose, pero bueno, nosotras mientras tanto, las mejores manzanas seguiremos esperando a que aparezca ese hombre que sin ningún miedo ni temor se arme de valentía y suba hasta lo mas alto para conseguirnos, cueste lo que cueste, porque sin lugar a duda, nosotras, las que estamos arriba, somos las mejores.

Este es el preámbulo y la definición del típico cobarde que siendo un infeliz junto a una persona que solo le provoca algo de lastima y poco mas, prefiere rendirse ante la pena dejando atrás la oportunidad de conocer a la que probablemente podría haber sido la mujer de su vida, aquella que le hubiera colmado de amor, cariño y bonitas aventuras por el resto de sus días.

¿Os creéis que vais a ser felices con ellas?... no me hagáis reír. Una vida aburrida, eso es lo que os espera, pero cada uno tiene lo que se merece, ni mas ni menos.

No sabéis lo que queréis, pero nosotras si lo sabemos. Engañáis una y otra vez, sin descanso, prometiendo cosas que jamás vais a cumplir, regalando los oídos a mujeres que buscando el verdadero amor, son buenas victimas para vuestros propósitos. El lema de esta clase de espécimen es… 

“Tengo una “oficial”, o sea la primera, la que presentaré de cara a la sociedad, la fea, la que me trata como le da la gana, la que tiene tantas normas para mi y tantas manías absurdas, la que siempre esta molesta si no se hacen las cosas como ella dice, la que parece tener algún trastorno psicológico que utiliza para darme pena y digno de estudio para un psiquiatra y con la que no voy a ser feliz jamas en mi vida, pero ahí esta, como un mueble, adornando mi vida, y luego tendré la “otra”, o sea la segunda, la mujer mas preciosa y mas dulce que jamás vi, una mujer pasional, con los pies en la tierra, con carácter pero en su justa medida, la que me daría toda la libertad y todo el amor que no tengo con la primera, la que me haría volar y llegar al cielo mil veces a velocidades vertiginosas, la que de verdad llenaría mi vida,  y la que terminará abandonándome cuando compruebe lo sinvergüenza que soy y lo cobarde que puedo llegar a ser, y todo esto sin que nadie se entere” … 
¡¡ASCO ME DAIS!!

Siempre odiaré aquel día, aquel fatídico día en que te cruzaste en mi camino, ese día que solo provoca lágrimas incontrolables, pero tranquilo, ya no es dolor, todo eso se convirtió en rabia. Nunca debió pasar. Pero el destino es así de caprichoso. Una semana me bastó para darme cuenta que estabas jugando conmigo. El típico hombre traicionado por su pareja, o lo que vulgarmente se conoce con un ataque de cuernos, que busca una victima con la que vengarse, sin importar si rompe un corazón o no. Daba igual. Lo importante era vengarse. Pero te pille. No soy del tipo de mujeres que me dejo encandilar por lo que eres en la vida, yo miro mas allá de todo eso. Nunca me enamore de un personaje, sino de la persona. Jamás me enamore de alguien por lo que es, sino por como es, aunque me equivoque creyendo que es buena persona, porque todos erramos, y contigo erré.

Quizás tu estuvieras acostumbrado a que, por ser un futuro personaje en proceso de construcción, al que todavía le queda mucho camino por recorrer, todas las tías se te acercaran para sacar algún tipo de provecho, y la verdad es que, toparte conmigo, con alguien diferente a las demás, te rompió todos tus esquemas, y fui la elegida, el objetivo a alcanzar al precio que fuera, con tal de convertirme en tu victima. Pero fui yo quien decidió que no. Hasta dos veces lo intentaste. En esa segunda ocasión te luciste. Mientras me regalabas los oídos a mi, intentabas reconquistar a esa que te puso los cuernos, esa que te engañó, digamos “supuestamente”, porque ya no se si creerme tus palabras después de todo. Querías tener dos, como los cobardes. Para no perder la costumbre. Pero te volví a pillar y te liquide de mi vida.

Yo sabia que volverías con ella y en el fondo me alegre, solo tenias lo que te merecías. Alguien como tu no puede aspirar a una mujer como yo. También sabia que después de aquella crisis, lo vuestro no llegaría muy lejos. La falta de confianza y el desgaste de un amor moribundo harían mella en cualquier momento.

Seis meses pasaron para que volvieras como un gatito mimoso con el rabo entre las patas. ¿El tercer engaño?... no lo se, porque esta vez y aunque me pese reconocerlo, creo que si hubo sentimientos.

¿La madre de tus hijos?, ¿la mujer de tu vida?, ¿casarte conmigo?... y mil cosas mas. Todo eso querías conmigo. Yo como siempre, desconfiada. A ti te dolía mi desconfianza. Pero es lo que había, te lo ganaste a pulso. Ibas a dejar a tu pareja, todo seria muy fácil para ti. Eso decías. Yo si lo deje todo zanjado, y tu no has dejado nada todavía, ¿Por qué? ¿Será que eres un cobarde?, claro, es eso. Un cobarde al que le da miedo empezar de cero algo nuevo, bonito y maravilloso, algo que te podría haber llenado nuevamente de ilusiones, aferrándote a un sentimiento sin vida, por comodidad, mal aconsejado quizás, por no disgustar a terceras personas… en verdad no lo se, no estoy en tu cabeza. Esta vez no lo se. Tú sabrás. Pero lo que si tengo claro es que estas dispuesto a sacrificar tu felicidad, quedándote con la duda de ¿Qué hubiera pasado si nos hubiéramos dado la oportunidad?, y todo ¿Por qué? Quizás por complacer a otras personas… por la felicidad de otros. Ahora y aunque me duela en el alma solo te puedo ofrecer amistad… ¿te acuerdas de la canción de Merche? ¿La de “No me pidas mas amor”?, pues eso es lo que vuelves a tener de nuevo, y date con un canto en los dientes de que soy buena persona y tengo un corazón que no me cabe en el pecho, porque otra en mi lugar te manda a la mierda por todo el daño que me has hecho sin importarte lo mas mínimo. Solo has pensado en ti y en… tu manzana agriada. Pero bueno, da igual. Ahora volveré a ser libre, conoceré nuevos chicos y viviré “mi vida”, esa vida que no permito que nadie manipule y en la que afortunadamente cuento con personas que me apoyan absolutamente en todo lo que YO decido, aunque me equivoque, pero también de los errores se aprende, así que solo cabe decir eso de, a vivir… que son dos días. AMEN. ;)

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